Errores a evitar durante la primera puesta en servicio de un apilador

Errores a evitar durante la primera puesta en servicio de un apilador

La puesta en servicio inicial de un apilador eléctrico es un momento crucial para asegurar un funcionamiento seguro, optimizar la durabilidad del equipo y cumplir con las exigencias reglamentarias. Una preparación rigurosa desde el principio previene fallos anticipados, minimiza el riesgo de incidentes y garantiza un rendimiento eficiente y controlado desde el primer uso.

Puntos clave:

  • Acondicionar correctamente el espacio de trabajo
  • Efectuar las revisiones técnicas y reglamentarias previas a la operación
  • Asegurar una manipulación correcta de la carga desde la primera elevación

Deficiente preparación del área de trabajo

Para reducir al mínimo los riesgos, es esencial asegurarse de que el lugar de maniobra se encuentre limpio, despejado y en condiciones óptimas. Antes de operar con su apilador eléctrico, revise los siguientes puntos:

  • Pavimento en mal estado o inadecuado: fisuras, superficies resbaladizas o desniveles comprometen la estabilidad del equipo y favorecen accidentes o desgaste acelerado de las ruedas.
  • Espacios de paso reducidos: pasillos estrechos u obstruidos limitan la maniobrabilidad y aumentan la probabilidad de impactos contra estanterías, palets u otros elementos de manutención.
  • Falta de señalización y delimitación: en áreas con tránsito mixto de peatones y vehículos, la ausencia de marcas, señales o balizas incrementa el riesgo de colisiones.
  • Zonas de estacionamiento y recarga inadecuadas: colocar el apilador en áreas no destinadas a la recarga o sin un espacio seguro para aparcar al finalizar la jornada incrementa los riesgos eléctricos y de estacionamiento incontrolado.
  • Iluminación insuficiente y visibilidad limitada: una iluminación deficiente dificulta la precisión en las maniobras iniciales y aumenta la posibilidad de no detectar obstáculos.

Falta de comprobaciones técnicas previas

Previo a la primera utilización de un apilador eléctrico, es obligatorio realizar una inspección técnica completa. Esta revisión permite identificar fallos de montaje, daños ocasionados durante el transporte y garantizar que el equipo está listo para su uso. Omitir esta verificación eleva el riesgo de averías prematuras, disminuye el rendimiento y pone en peligro la seguridad operativa.

Componente a revisar Riesgo si no se revisa Ventaja de la verificación
Batería y conexiones Fallo de arranque, pérdida de autonomía, riesgo de cortocircuito Asegura energía estable y mayor durabilidad
Horquillas y brazos de elevación Deformaciones, carga inestable, rotura de componentes Garantiza la sujeción segura de los palets
Ruedas y bandajes Pérdida de tracción, menor control, riesgo de vuelco Facilita desplazamientos seguros y sin vibraciones
Sistema de frenado Distancia de frenado ampliada, pérdida de control Protege al operador y el entorno de trabajo
Dispositivos de seguridad (parada de emergencia, avisos acústicos/visuales) Sin capacidad de reacción ante imprevistos, mayor riesgo para peatones Minimiza riesgos de forma inmediata en caso de peligro

No verificar la conformidad y la documentación reglamentaria

Al comenzar a utilizar un apilador, es esencial cumplir con la legislación vigente y disponer de toda la documentación obligatoria. La omisión de este aspecto puede generar sanciones, interrupciones operativas y riesgos de seguridad para el personal.

Documentos y controles imprescindibles:

  • Certificado de conformidad CE: garantiza que el equipo cumple la normativa europea de seguridad. Su falta o no revisión implica responsabilidades legales en caso de accidente (todos los apiladores eléctricos de Alzadepot disponen de Certificado CE).
  • Manual técnico y libro de mantenimiento: detallan las instrucciones de uso, parámetros de seguridad y plazos de mantenimiento. Ignorarlos puede derivar en un uso inadecuado o desgaste acelerado.
  • Revisiones reglamentarias periódicas: elementos como sistemas de elevación o frenos requieren inspecciones registradas periódicamente. No realizar este control afecta la trazabilidad en auditorías o incidentes.
  • Registro de ajustes y configuraciones iniciales: documenta todas las intervenciones realizadas al poner en marcha el equipo. Sin esta información, se pierde la evidencia de conformidad técnica.

Mala gestión de la carga en la primera elevación

En la operación inicial con un apilador eléctrico, ciertos errores comprometen la seguridad y la integridad del equipo. Uno de los más comunes es la sobrecarga por encima de la capacidad nominal, lo que somete al mástil y al circuito hidráulico a esfuerzos excesivos, acelerando el desgaste o provocando fallos graves. También es habitual la distribución incorrecta del peso, que al colocar la carga demasiado adelantada o desequilibrada en las horquillas, incrementa el riesgo de vuelco tanto en elevación como en desplazamiento.

Otro fallo frecuente es introducir las horquillas de forma parcial o con exceso de velocidad ya que se compromete la estabilidad y puede ocasionar rotura del palet o caída de la carga. Además, la falta de una prueba previa en vacío impide detectar anomalías en el sistema hidráulico antes de trabajar con carga real.

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